Rumbo a los 25 años: la evolución de M200 y el valor de mantenerse fiel a una esencia

En 2026, M200 S.A. cumple 25 años. Y si bien todavía falta un tramo para

alcanzar esa cifra redonda, este 2025 no es un año más: es el año en el que

decidimos mirar hacia atrás con orgullo, hacia adelante con decisión, y

reafirmar qué es lo que nos trajo hasta acá.

Nuestra historia no comenzó en condiciones ideales. Fue, como muchas

buenas historias, hija de la adversidad. En plena crisis de 2001, cuando

muchas empresas cerraban, nosotros decidimos abrir una. Una que empezó

chiquita, con cinco personas, sin grandes recursos pero con una gran

convicción: que podíamos hacer las cosas bien. Esa fue la semilla de M200.

“M200 es un desprendimiento de otra empresa que nació en la crisis del 2001.

Ahí fue donde empezamos a trabajar armando esto, que sería una nueva

compañía, muy de abajo…”, recuerda Walter Petina, presidente de la empresa.

Y esa decisión, tomada en uno de los momentos más difíciles del país, marcó

para siempre nuestro ADN. Desde el primer día supimos que nuestra

diferencia no iba a estar solamente en la tecnología que ofreciéramos, sino

en cómo atendíamos a nuestros clientes.

Por eso nos impusimos un principio rector que jamás negociamos, ni siquiera

en los momentos más duros: “siempre primero el cliente”.

De los primeros equipos a los primeros vínculos

Durante nuestros primeros años, nos enfocamos en brindar servicios de impresión a empresas que necesitaban soporte confiable, rápido y técnico. 

Instalábamos equipos, solucionábamos problemas, garantizábamos el funcionamiento continuo de áreas críticas como administración o atención al público. En muchos de esos casos, la caída de una impresora podría paralizar un proceso completo. Y ahí estábamos nosotros, dando la cara y resolviendo.

Pero lo que más nos marcó no fue el tipo de máquinas que pusimos a funcionar. Fue la relación que construimos con nuestros clientes. Entendimos que no éramos solamente un proveedor técnico: éramos parte de su operación. Su tranquilidad dependía de nuestra eficacia. Y ese vínculo de confianza nos acompañó a lo largo de los años, incluso cuando empezamos a cambiar.

“El desafío fundamental, si tengo que señalar uno, está relacionado con que somos una empresa de tecnología y la tecnología evoluciona permanentemente. Eso nos coloca siempre en una instancia desafiante”, afirma Sofía Tito CEO de la empresa actualmente.

Madurar, crecer, evolucionar

Pasaron los años. Pasó la primera década. Pasó la consolidación. Y como toda empresa tecnológica, sentimos que no podíamos quedarnos quietos. Lo que nos hizo crecer en los primeros años ya no era suficiente. Había que dar un paso más.

El mercado empezaba a digitalizarse. Las empresas pedían soluciones integrales. Ya no alcanzaba con mantener equipos: había que gestionar documentos, automatizar flujos, asegurar la trazabilidad de la información. Fue entonces cuando tomamos una decisión estratégica: evolucionar.

Así fuimos incorporando nuevas herramientas. El hardware se integró con software. Las impresoras se complementaron con escáneres, destructoras, sistemas de gestión. Y luego, llegaron las plataformas: DigitalDocs, NoobiXign, Odoo, Lennox. 

Cada incorporación no fue un simple producto nuevo. Fue un paso más hacia el objetivo de convertirnos en lo que somos hoy: una consultora en procesos documentales y un aliado en la transformación digital de las empresas.

Del servicio al acompañamiento estratégico

El mayor cambio, sin embargo, no fue tecnológico: fue conceptual. Dejamos de pensar en términos de servicio puntual y empezamos a pensar en términos de acompañamiento estratégico. Ya no solo resolvemos problemas. Ayudamos a prevenirlos. Diseñamos procesos. Creamos soluciones adaptadas a la operación real de cada cliente.

Hoy, M200 ofrece una propuesta integral que acompaña todo el ciclo de vida de un documento dentro de una organización: desde la captura, pasando por su tratamiento, digitalización, aprobación, firma, trazabilidad, hasta su archivo final. Todo esto con una combinación de herramientas probadas, procesos optimizados y, sobre todo, “un equipo humano comprometido”.

“Somos una empresa de servicios y dependemos fundamentalmente de los recursos humanos. Ninguna empresa funciona sin gente, y una empresa de servicios, mucho menos. Por eso, el mensaje que queremos dar es un enorme gracias a nuestro equipo de trabajo. Gracias por aportar mucho a lo largo de los años”.

Una empresa, muchas etapas, una sola esencia

En estos casi 25 años, hemos pasado por muchas etapas. De la startup del 2001 a la empresa consolidada de hoy. De cinco personas a un equipo diverso y profesional. De un proveedor técnico a un socio estratégico. Pero hay algo que nunca cambió: la forma en que nos vinculamos con nuestros clientes.

Desde el primer día, entendimos que nuestra ventaja no iba a estar solo en los productos, sino en la atención. Por eso siempre respondimos rápido, y con soluciones certeras. Por eso seguimos teniendo clientes de la primera hora. Porque saben que estamos, que damos la cara, que resolvemos. Y eso, en el mundo de hoy, vale más que cualquier tecnología.

“Elijan una empresa que pueda interpretar las necesidades reales de sus usuarios, que entienda el punto crítico que implica el servicio que prestan. Elijan una empresa con la que puedan establecer una sinergia real. Eso hace la diferencia”, aconseja el presidente de M200 a sus clientes actuales y futuros.

Camino a los 25: una nueva etapa

El 2025 es un año bisagra. Estamos preparando una celebración, que comienza con el relanzamiento de nuestra imágen de marca. Pero, más importante aún, estamos construyendo un nuevo capítulo. Uno que nos encuentra más maduros, más sólidos, pero igual de decididos a seguir evolucionando.

Nuestro enfoque actual está en fortalecer nuestra propuesta de valor como consultora. Profundizar la integración de soluciones. Desarrollar nuevos procedimientos con nuestros clientes. Digitalizar sus procesos, ayudarles a escalar, a ganar eficiencia, a controlar mejor la información. Y todo eso, sin abandonar los principios que nos llevaron hasta aquí.

Porque en M200 no hay transformación posible si se pierde lo esencial. Y lo esencial, para nosotros, es eso que nunca negociamos: “la atención al cliente basada en velocidad de respuesta y precisión en el resultado”.

Este año lo vivimos como una preparación para lo que viene. Un año para consolidar todo lo aprendido, para profundizar vínculos, para seguir profesionalizando nuestra operación, y para proyectar juntos un 2026 que no solo será un año aniversario, sino el inicio de una nueva etapa para M200.

Gracias a nuestros clientes, nuestros socios, nuestro equipo y a todos los que confiaron en nosotros en este camino. Seguimos caminando, creciendo, evolucionando. Y siempre, de cara al cliente.